Día 4 Budapest, final de nuestra escapada.

Como el apartamento se tenia que dejar a las 10:00 am, nos dispusimos muy temprano a terminar de empacar y dejar  todas nuestras cosas en el guarda equipaje.

Era nuestro ultimo día en Budapest y teníamos que aprovechar a tope la mañana y parte de la tarde.

Fuimos a terminar de conocer la avenida Andrássy, dicen que hay muchas tiendas de alta gama pero honestamente nosotros miramos como mucho cuatro. Lo que si hay que decir que hay una arquitectura maravillosa una mezcla de lo clásico y moderno, o clásico y edificios casi en ruina, pero ese contraste lo hace ser espectacular. 

Salimos como no, a Opera, pero esta vez una foto por la mañana

OPERA

La avenida Andrássy es donde están casi todas las embajadas, así que iréis mirando por todos lados banderas de los diferentes países.

La casa del Terror. Un museo dedicado al Holocausto.

Nosotros no entramos, porque el tiempo corría así que acá os dejamos aunque sea una fotito del edificio.

Estas cadenas están a la entrada de la casa del terror, cadenas usadas durante el Holocausto.

En el camino os encontrareis con este cartel, que esta en la plaza de Oktogon. Es una avenida super bonita, y donde hay un tranvía.

Una cosa antes que se me olvide y muy importante, en esta avenida o plaza de Oktogon, hay para comprar los bonos o billetes de metro, pero no adentro si no afuera. Dentro del metro no venden, ya que veréis que todo es muy rustico (que lo hace ser bonito) y cero tecnología. Y no en todos lados encontrareis auto-venta de billetes. Ahí mismo veréis que dirá que si quiere validarlo en el mismo momento o solo si lo queréis comprar sin activar. Están en varios idiomas, y en español no seria la excepción.

La avenida Andrássy finaliza en la plaza de los héroes. Que ya habíamos venido la noche del sábado, pero en esta zona aún nos hacía falta algo más que ver así que no podíamos marchar sin conocer.
Pero también llegamos hasta ahí, para ir a hasta Memento Park, ya que de ahí sale un autobús todos los días a las 11:00 am en punto, de sábado a lunes ( puntual)
Lo perdimos, así que en la próxima iremos.
Les dejo una foto, que es bajada de Internet

Memento Park. Una lastima no haber podido ir.

Pero si os pasa lo mismo,y queréis ir por vuestra cuenta,(nosotros nos dimos cuenta, cuando escribía este post) Vasutallomas Kelenfold- metro 4  con el autobús 101 y 150 Budateteny Vasutollomas  los fines de semana cada 30 minutos y los días laborales cada 10 minutos.

Para acceder Vasutallomas Kelenfold 

De Pest lado:

• Pályaudvar ( estacion de trenes Keleti, metro numero 2)
• Rakoczi Ter ( tranvia 4 y 6)
• Kelvin Ter (museo nacional autobus  47 y 49 metro 3)
• Ter Fovam (mercado central tranvia 2)

Lado Buda:

• Gellert Ter (baños Gellert , autobus 18 ,19 y 41)
• Moricz Zsigmond Ter
• Ujbuda Kozpont

ESTE ENLACE ESTA EN INGLES PERO ES UTIL
http://www.mementopark.hu/wp-content/uploads/2014/07/MementoParkBonusTour.pdf

PARA QUE SEPÁIS EN EL MAPA ASÍ PODÉIS HACER VUESTRO ITINERARIO

https://www.google.com/maps/place/Memento+Park/@47.426365,18.99893,15z/data=!4m2!3m1!1s0x0:0xb7f9917af5ce63cc?hl=hu

Teneis  también van taxis, que os esperarían por vosotros, el precio oscila entre 25 y 30 euros. El lugar esta a las afueras de Buda y a las afueras de Pest.

Y luego de esta explicación, volvemos a la historia. Y quedamos en la plaza de los héroes.
Esta plaza comenzó a construirse en 1896 con las estatuas de los jefes de las siete tribus magiares y de 14 reyes o jefes de Estado. La columna principal que mide 36 metros, encontramos al arcángel Gabriel y a ambos lados están la Galería de artes y el Museo de Bellas Artes.

Lago del parque municipal y pista de patinaje

inaugurado en 1870 la pista de patinaje en 1874 se agrego el edificio construido según los diseños de Odon Lechner con restaurante y un centro de informacion turística y sede de los juegos de hockey y en verano el lago se vuelve un centro de recreación para los Budapesinos.

Y llegamos al Castillo de Vajdahunyad

Es un conjunto de edificios Históricos del parque municipal. Construido en 1986. Cada uno representa un estilo arquitectónico emblemático de Hungría desde la época Romántica hasta la Barroca. Alberga el Museo de Agricultura y es sede de festivales.

MIEDITO.

Y justo después de tomarnos fotos con el señor terrorífico, nos cambio todos los planes. Comenzó a nevar fuertemente. Y todos los planes se chafaron.
Se chafaron y todo Budapest para nosotros, la multitud de gente desapareció, eramos cuatro gatos locos en la calle. Budapest fantasma. Así que decidimos ir al funicular e ir a buscar La Ciudadela, pero para que os vamos a mentir, hacia un frio espantoso, nos apetecía estar en un lugar sin nieve, sin viento y tranquilos. Nos dio mucha pereza así que luego de subir, decidimos ir ha almorzar descansar y estar en un lugar calentito.

Avenida Andrássy con otro aspecto.

Y de pronto cuando vamos cabeza gachas miramos estos hermosos candados, en el puente de las cadenas y me recuerda mi libro de Federico Moccia.  Y claro que lo primero que busco es un candado para ayudar a que caiga el puente. hahaha que ilusión me hizo. ¿DONDE ESTA MI CANDADO?

Subimos al Funicular que tiene unas vistas preciosas, pero muy rápido, en un plis plas. Nosotros solo subimos y luego pillamos el autobús para bajar, así se ahorra un poco de dinerillo.

En Budapest uno se encuentra cualquier maravilla, y cuando íbamos en busca de nuestro equipaje, vamos caminando con el frio en el cuerpo y nos encontramos un bloque de pisos sin ventana que llama la atención en una ciudad llena de construcciones clásicas y muy poco después en un trozo de acera ancha apareció un brote de modernismo actual, una escultura que gana a la gravedad.

Nos marchamos sin conocer muchas cosas, ir a sus pueblos cercanos y con mil cosas por hacer.
Es una ciudad que ha vivido en su sangre momentos de miedo, muerte y aniquilación, que a sobrevivido a la hoz y al martillo de las repúblicas socialistas soviéticas parecería que tendría mas cicatrices del pasado, pero Budapest se ha convertido en un ejemplo de prosperidad, de juventud, de limpieza con una población alegre, generosa y tremendamente hospitalaria.
Cuando salimos en el avión de regreso solo teníamos un pensamiento en nuestra mente, VOLVER PRONTO.
Budapest no merece una sola visita de unos pocos días si no que es una ciudad en donde uno se siente tan a gusto que siempre quiere volver.